Por Orlando Palma.
La medicina como ya se sabe, se comenzó con los actos de magia como una forma en que los habitantes de la antigüedad se identificaban y comunicaban con sus dioses, y los sacerdotes o curanderos tenían el poder de diagnosticar curar ó incluso enfermar.
Los H-Menes eran sacerdotes o curanderos cuya especialidad eran el de manejar las hierbas curativas de la región, que son las que usaban para tratar los males que aquejaban a la población maya de ese entonces.
La curación consistía por parte de los curanderos en la invocación de fuerzas sobrenaturales mientras el h-men utilizaba al igual sus hierbas y diversos objetos para sanar a los enfermos, claro con la ayuda de los dioses a quienes llamaba.
Se puede decir decir que la medicina se sustentó en los conocimientos de los curanderos mayas, como una manera de solicitar ayuda a los dioses para sanar a sus enfermos, con esto quedaba conformado el rito de la medicina.
Podemos ver que la medicina representó para los mayas más que nada una religión, en la cual era obligatoria llevar a cabo rituales para sanar. En el rito solo se obtenían buenos resultados si el dios quitaba el castigo, que para los mayas eso significaba una enfermedad, un castigo divino.
Esta región (maya) al ser la más concurrida porque poseía algunas de las grandes urbe de la época, por lo cual se convirtió en un centro plagado de enfermos que buscan formas curativas, las cuales podía encontrar fácilmente en estos lugares, así fue como se obtuvo una buena fama de la medicina en esta tierra (actualmente Campeche).
El mercado de la ciudad era donde los productos medicinales eran mostrados y puestos a la venta, los productos eran puestos en orden según su acción terapéutica, muchos de estos productos incluso venían de otras regiones como es el caso del Coyotomatl que venía del Valle de Anáhuac centro de país.
La ciudad de Xicalango es un ejemplo de los que fue la medicina antes del arribo de los primeros europeos a tierras mexicanas, pues era en este lugar donde la mayor actividad comercial y médica se llevaba a cabo.
Fue en 1540 que Francisco de Montejo fundó la Villa de San Francisco de Campeche, con esto se delimitaron entonces áreas de convivencia europea e indígena, de hecho separó a toda las razas en los diferentes barrios que hoy conocemos en la ciudad, por ejemplo a los soldados españoles los colocó en el centro de la ciudad, a los aztecas que se les llamaba también naborios los ubicó en San Román, a los mayas en lo que hoy es el barrio de San Francisco y a los mulatos en el barrio de Santa Ana.
Con toda esta población era lógico que se instauraran servicios para una mejor calidad de vida, por lo cual se puso un hospital que facilitara la atención de los habitantes de la villa, sobre todo de los soldados. Se piensa que este servicio se inició poco después de la fundación de Campeche.
Esta institución fue el precedente del Hospital de Nuestra Señora de los Remedios, que fue prácticamente el primer nosocomio que existió en la ciudad. Existe un dato que nos indica que en 1565 el hospital contaba con doce camas disponibles para la población campechana.
En el Hospital de Nuestra Señora de los Remedios eran tratados todos los enfermos, solo con una excepción, que tuvieran alguna enfermedad infectocontagiosa como lo era la lepra. Todavía en el siglo XVI los leprosos eran confinados en su domicilio, alejándolos incluso de sus familiares, en 1597 se tiene reporte de dos casos de este mal.
Este hospital que brindó tanta ayuda tuvo una crisis económica, y solo se mantenía con el esfuerzo de los propios seglares, esta situación con los años en vez de mejorar empeoró por los ataques piratas, como en 1663, año en el cual fue saqueado este hospital.
En 1635 la orden religiosa de los Juaninos se hicieron cargo de esta institución, para que siguiera promocionándose la salud y brindándose el servicio, la orden religiosa hizo mucho por el hospital buscando donativos entre gente de la ciudad y gente de otras ciudades, ya con mas dinero el hospital fue ampliado. El hospital al estar a cargo de los Juaninos se le denominó San Juan de Dios. Los religiosos y monjas eran los enfermeros del hospital que para entonces funcionaba bastante bien, y por otra parte los doctores eran los encargados de valorar a los pacientes y prescribir.
En 1821 el hospital cambió a manos del ayuntamiento porque los Juaninos fueron expulsados del lugar. El hospital ahora con el nombre de Don Joaquin Costa y Costa, sufrió de nuevo una crisis económica por lo cual hubo un abandono casi total del inmueble, pero algunos médicos como el Dr. Manuel Campos González luchó por seguir trabajando. En 1857 hubo un desplomo de una parte del edificio que causó muchos heridos, los cuales fueron llevados a la iglesia de San Juan de Dios; tres años más tarde se terminó la reparación de aquel daño.
El hospital fue teniendo mejoras, gracias a los donativos de personas o de algunas agrupaciones altruistas, por ejemplo la emperatriz Carlota Amalia donó 18 mil 800 pesos, la señora Trinidad Pascual también donó 2000 pesos que a su muerte se usaron para reparar la sala de enfermos llamada San Rafael.
Este hospital que sufrió tantas calamidades y supo afrontar todas las situaciones difíciles, fue la casa de dos médicos muy importantes en Campeche, Juan Antonio Frutos y Manuel Campos González.
En 1853 fallecieron más de 5 mil habitantes en la ciudad a causa del Cólera morbus. Se impuso en esta época una gran cuarentena, por ejemplo las embarcaciones de Nueva Orleans, ciudad en la cual había devastado el cólera, debía de permanecer en cuarentena y no podían entrar a Campeche. Sin embargo el cólera no pudo ser detenido, ya que el 24 de junio de 1833 se reportó el primer caso de cólera, la de un panadero de San Román, así enfermo más gente hasta que se llegó al número de ocho mil 391 habitantes enfermos, de los cuales en sólo en un mes fallecieron 5 mil 128.
Tres médicos fueron los que ofrecieron sus servicios gratuitos, Juan Antonio Frutos, Claro José Beraza y Enrique Perrine. Por la gran cantidad de enfermos se habilitaron pequeñas clínicas. El ayuntamiento ayudo a financiar los medicamentos a las personas de clases bajas, incluso las puertas que cerraban el centro de la ciudad fueron abiertas para que los enfermos o sus familiares pudieran pasar y surtirse del medicamento recetado para la cólera.
Las comunidades más afectadas fueron Calkiní, Hecelchakán, Hopelchán y Tenabo; El Carmen sufrió lo mismo que Campeche, aunque había mucha seguridad la enfermedad no respetó fronteras marinas y un caso excepcional fue el de Bolonchenticul en el cual no hubo ningún caso de cólera.
Las cifras de mortalidad fueron impresionantes, de los 20 mil 139 habitantes que habían en la ciudad, murieron 5 mil 128, es decir aproximadamente un cuarto de la población del estado.
El 2 de febrero de 1860 se fundó la Academia de Medicina en el instituto campechano, fundada por Manuel Campos González y Domingo Duret, la primera generación fue constituida por Julián Alcalá, Antonio Gaudiano Echartes, Trinidad Ferrer, Domingo Hurtado Barahona, José B. López y Vicente Vargas.
Médicos muy importantes hubieron en Campeche, por mencionar algunos: el Dr. Joaquin Carvajal, que fue el primer médico cirujano, Joaquín Blengio fue el primero en toda la república en usar el Constrictor Chassaignac (instrumental de cirugía de esa época, la inyección hipodérmica y la termometría clínica, introdujo a Campeche la técnica de drenaje quirúrgico de Chassaignac, primero en utilizar el amigdalotomo de Fahnestock, en efectuar una traqueotomía, en efectuar una desarticulación coxofemoral y escapulohumeral y la operación de extracción de catarata bilateral.
La primera intervención quirúrgica en Campeche fue por el diagnóstico de una litiasis vesical, la realizó Guillermo de la Vega como cirujano y Lisandro Dorantes como anestesiólogo. Los avances médicos siempre estuvieron a la vanguardia en el Estado, sobre todo en el campo de la cirugía.
En 1902, el doctor Eduardo Lavalle Carvajal trajo el primer aparato de Rayos X, con lo que se dieron los primeros avances en radiología, el nuevo aparato fue puesto en el hospital Manual Campos, otros instrumentos que trajo consigo éste doctor fueron el embriotomo de Pakot y el fórceps de Tarnier.
El primer especialista que tuvo Campeche fue el Dr. Evaristo Diez Enamorado, estudió en Cuba Bacteriología, toxicología y análisis clínico.
La primera aplicación de raquianestesia fue el 27 de febrero de 1910 en un paciente al que se le practicó la circuncisión y extracción de un cálculo que estaba en su meato uretral, esto fue practicado por el Dr. Ernesto Cervantes Berrón. La primera histerectomía total fue practicada en 1908 por los doctores José Eulogio y Fernando Perera.
En 1913 la escuela de Medicina estaba por desaparecer, solo tuvo cuatro alumnos más esta escuela en esos años, José del Carmen Campos, Ignacio Gómez Rosado, José de los Santos Pignol y Pedro Tello Andueza.
