Por: Sarah Bess Mouckley
Las tradiciones mayas me interesan mucho porque es una cultura antigua con costumbres que aun se siguen usando. Los mayas no crearon una Biblia ni otra forma de escritura donde explican sus prácticas, creencias o idioma, entonces es decir que las tradiciones que se practican hoy han sido transmitidas oralmente. Durante este viaje en México, he tenido muchas oportunidades de viajar. He visto más de lo que creí posible, y soy afortunada de aprender mucho de la cultura aquí en la Península de Yucatán. He aprendido que México no es solamente un país con playas bonitas, sombreros grandísimos y mariachis. En cambio, es una tierra de las maravillas con cultura antigua, tradiciones espirituales, y esperanza prospera. En Canadá, prácticamente no tenemos mucha historia y cultura; pues por eso, estoy devorando mi vida en Campeche, y quiero llevar algunas de mis costumbres favoritas que obtenido aquí para cuando regrese a Toronto. Lo que me interesa mucho de la cultura maya es lo siguiente: sus creencias de la muerte, la artesanía maya, y las ruinas. En este ensayo, voy a escribir sobre mis opiniones de estos temas.
El Día de los Muertos fue mi actividad favorita en nuestro curso de historia. Soy judía, y también tenemos rituales y costumbres un poco similar en nuestro religión; por ejemplo, hay una celebración que tenemos (se llama “pesach” à en Hebreo ) donde ponemos ofrendas simbólicas para nuestros ascendientes sobre una mesa, entonces me relaciono con esa tradición. A mí me gustó el simbolismo detrás las ofrendas del Día de los Muertos. Las flores, los dulces, las velas, las fotos, la cruz, los juguetes, y la comida representan algo diferente para los espíritus. Mi familia Mexicana cree en esta celebración, y en nuestro patio hay un santuario donde rogábamos juntos con una mesa de ofrendas. Mi mama leía la Biblia y aunque no soy católica, yo pensaba en los muertos de mi familia y rogaba por ellos. Yo aprendí que es un tiempo para reflexionar por cada uno de nuestros muertos.
Las tradiciones mayas dicen que los espíritus de los muertos viven con los vivientes y es importante no olvidarlos. Los mayas creen que los difuntos experimentan sensaciones, necesidades y sentimientos al igual que los vivos, entonces eso es porque existe la costumbre de depositar objetos que usaban los muertos con las ofrendas tradicionales. Es fascinante aprender las creencias mayas que son diferentes de las mías, por ejemplo, como creen que la vida continúa en otra forma y que las muertos necesitan sus herramientas para trabajar. Las creencias mayas en relación con el Día de los Muertos son especiales, espirituales y únicas.
Me encanta viajar y aprender todas las cosas que nos ofrece nuestro gran mundo. Canadá es un país muy multicultural, y por eso entiendo que cada religión y cultura es diferente, pero todos en el mundo tiene una creencia en común: la muerte. Algunos creen en el infierno, en el cielo o en la reencarnación…algunos tienen otras creencias. Los mayas creen que la tierra continúa por 13 planos celestes, y que hay 9 mundos inferiores que correspondan al inframundo. Espiritualmente, el lugar al que moraban después los muertos es determinado por el grupo social al que pertenecían, pero físicamente los huesos de los muertos están puestos en un cementerio especial. Antes de estar en México, no sabía que los cementerios mayas existan. Cuando fuimos al cementerio en Pomuch, mis ojos se abrieron.
Para nosotros (los Canadienses), es un poco raro que los huesos estén expuestos para que todos puedan apreciarlos. También la idea de limpiar los huesos cada año es un poco extraño, pero la razón detrás de estas creencias me fascinan. En judaísmo, cuando alguien se muere, hay una ceremonia, el muerto esta enterrado, solo tenemos una semana para lamentar, y una vez por año (en el aniversario de su muerte) iluminamos una vela en su recuerdo. Los mayas no hacen eso. En algunas comunidades, por ejemplo Pomuch, familias se reúnen cada octubre para limpiar los huesos de sus parientes ya fallecidos. Es una costumbre feliz y célebre para que no se olviden de sus muertos. Por lo tanto, los tocan, los limpian, les dan luz y aire. Entonces, en mi cultura decimos adiós a los muertos, y en la cultura maya nunca les dicen adiós. En mi opinión, su manera es más fácil emocionalmente y más linda.
En cada lugar turístico que he visitado (por ejemplo, las ruinas o ciudades como Playa del Carmen y San Cristóbal), se venden artesanías mayas. Hay sombreros, hay juguetes, hay ropas y vestidos, hay bolsas, hay joyería, y la lista continúa. Lo que no entienden los turistas, es que Playa del Carmen y San Cristóbal no es México en realidad. Los turistas vienen a ver los buenos precios, los hoteles, las playas, pero no saben como es vivir en pueblos chiquitos sin electricidad, agua fresca y vidas difíciles. Después de ir a Becal para ver cómo los mayas hacen la artesanía, no veo esas cosas en la misma percepción. Cuando veo una tienda vendiendo sombreros de cowboy y bolsas de jipi, puedo imaginar la energía y la labor detrás de su trabajo. Me gustó mucho cuando fuimos a ver a las mujeres trabajando en las cuevas de sus patios. Fue interesante ver cómo la artesanía se hace y me dio mucho gusto y satisfacción su labor y su costumbre. Hoy con la ayuda de la tecnología, muchas cosas son hechas en fábricas, pero no cosas tradicionalmente mayas. Vestidos tradicionales (como trajes regionales campechanos), prendas de coral, cadenas salomónicas y sombreros, son hechos a mano y con cuidado.
He visitado siete sitios de ruinas durante mi tiempo en México: Chichén Itza, Edznà, Palenque, Uxmal, Calakmul, Chicannà y Xpuhil. Cada región tiene arquitectura diferente (por ejemplo, Río Bec en Chicannà y los arcos en Uxmal), una historia diferente, y también una energía única y poderosa. Como ya dije, vengo de un país sin mucha historia, entonces los edificios son más o menos nuevos. Fue increíble el ver ciudades tan antiguas, y también sentir vibraciones de energía que corresponden a cada lugar específicamente. Mis ruinas favoritas son las de Uxmal cuando fui con Derek y Susan. Allá, las ruinas están muy pegaditas, y la ciudad es tan vieja que hasta sientes que los espíritus mayas siguen allí. Sentí algo muy fuerte cuando fui a visitarlas, que nunca voy a olvidar, y que nunca sentí en otros sitios de ruinas.
Me gustó mucho la arquitectura de Uxmal porque hay varios estilos y pude comprobar que cada ruina y pueblo maya es diferente. Por ejemplo, cuando entras, hay una gran pirámide – aunque se parece un poco a la pirámide de Chichén Itza, las esquinas son más redondas. También en casi cada edificio hay puertas con arcos. Después de subir más y más, encontré un arco en el cual pude ver dentro de el todos los otros arcos que había recorrido desde que comencé. Mi edificio favorito fue la Gran Pirámide. Tiene la forma de una pirámide truncada de nuevos cuerpos escalonados. La parte superior es denominada Templo de las Guacamayas, en virtud de que en la decoración tiene aves junto con grecas, bandas de serpientes cruzadas, mascarones zoomorfos, etc. Cronológicamente se ubica probablemente a mediados del siglo VIII. Fui a Uxmal con Susan y Derek, y después de subir a la Gran Pirámide, nos sentamos arriba, mirando el mundo de abajo, y escuchando un silencio completo.
En conclusión, viviendo en México, especialmente en la Península de Yucatán, he aprendido mucho de la cultura, la historia y la tradición maya. Es muy importante que los estudiantes Canadienses viajen en excursiones con la escuela para que puedan ver ruinas y sitios importantes. También, porque la ceremonia del Día de los Muertos fue una de mis actividades favoritas, yo recomendaría eso. Me gusta como las tradiciones que se practican hoy han sido transmitidas oralmente, y que se continúan practicando, y estarán practicándose espero por toda la vida. Soy afortunada de estar aquí en un país antiguo, no solamente para aprender y practicar mi español, sino para ver que el mundo Mexicano ofrece mucho más para ver y aprender. Eso, para mí, es un viaje: viajar para ver sitios de ruinas, pueblos pobres, diferentes maneras de vivir…no ir a una playa y tomar bebidas de ochenta pesos cada una. Aprecio todo lo que he visto y hecho. No puedo esperar para mostrar mis fotos y hablarles de mis nuevos conocimientos a mi familia y a mis amigos en Toronto. Creo que hay siempre mucho más para aprender, y por eso es que viajar es tan importante. Maestra, has abierto mis ojos de un mundo nuevo, y por eso, quiero decirte gracias mil veces. Su ayuda e información nunca la olvidaré.
