Por: Luis Hernández Estrella.
Quizá no pueda medir a todos los priístas con la misma vara, pero lo cierto es que la gran mayoría enquistados en los gobiernos emanados del PRI, se arropan en una generalizada corrupción e impunidad en sus actos, que ha alcanzado a Presidentes de la República (cuando tuvieron el poder federal); gobernadores, senadores, diputados, presidentes municipales y demás cargos de elección popular o de designación, que siguen en la escala del poder, llegando hasta el último dirigente de colonia, que pretende hacer creer que tan sólo por pertenecer a la élite gobernante puede medrar en la ilegalidad con toda impunidad
Para esos atrevidos priístas, su historia casi se borró al quedar huérfanos del poder presidencial, luego de 70 largos años de latrocinios y corrupción en perjuicio de los mexicanos, que para ellos se esfumaron como por obra del espíritu santo, aunque sus prácticas deshonestas y manipuladoras de las leyes, sea todavía una constante de sus gobiernos estatales y municipales.
Perversos como son, practican la amnesia cuando a sus intereses les conviene, como cuando hablan del estado de derecho, del respeto a las instituciones y de la aplicación de la ley; ¿Y Oaxaca qué? Entidad donde el priísta Ulises Ruiz ha utilizado la ley, las instituciones y el estado de derecho, como instrumento para la persecución y represión del pueblo.
Ulises Ruiz en Oaxaca como gobernador, confirma la tesis de que los priístas gobiernan con entera impunidad para una élite y no para un pueblo; que pueden disponer del erario como si este fuera su propio peculio, que se enriquecen utilizando el cargo a costa del hambre de sus propios gobernados.
Un estado pobre con un gobierno rico. Esto es Oaxaca y muchos otros estados donde gobiernan los priístas, pero son los oaxaqueños quienes padecen en este momento el peor de los ultrajes a manos del gobierno de Ulises Ruiz, quien actúa con pleno libertinaje y fuera de la ley; cuando de conculcar los derechos fundamentales de los oaxaqueños se trata.
La regla no escrita con que se rigen los gobiernos priístas los autoriza a retorcer la legislación cuando se trata de favorecer al compinche, o bien aplicársela con todos los agravantes posibles al enemigo político, con la intención de aniquilarlo; como en el caso de los líderes de Atenco, a quienes se les aplicó 67 años de cárcel por defender su dignidad ante un gobierno corrupto como es el de Enrique Peña Nieto, en el Estado de México, quien en uso de un poder absoluto, pues controla y maneja a los demás poderes del Estado, exoneró de todo cargo al ex gobernador Arturo Montiel, con todo y que se comprobaron los ilícitos que cometió en su gobierno, pero hay que recordar que estos personajes son gusanos de la misma escoria. Y el señor Montiel todavía aspira a ser el próximo Presidente de los mexicanos.
Otros como Mario Marín, de la misma ralea de Ruiz, son como chivos en cristalería, haciendo alarde de ellos mismos, orgullosamente priístas en los Estados de Puebla y Oaxaca; estos especímenes son ejemplos vivos de impunidad y co-rrupción, unos más y otros menos, pero la norma natural de los priístas es que la lechona siempre pare sus gorrinos en el mismo corral y con las mismas características.
Hoy, con la complicidad del PAN, Oaxaca sufre la más grande de las represiones que el PRIAN ha instaurado en contra de su pueblo; a estos perversos políticos poco les importa el pueblo oaxaqueño, son sus intereses los que defienden, aunque el repudio de la gente en su contra sea una constante en crecimiento.
Ulises Ruiz y sus antecesores en el cargo han instituido gobiernos con las manos manchadas de sangre, protectores de caciques y seudo líderes priístas envueltos en asesinatos, a los que la aplicación de la ley no los alcanza gracias al manto protector con que el gobierno los cobija y convierte en intocables.
Allí ésta el caso del ex diputado federal y ahora flamante dirigente de la Confederación Nacional Campesina en el Estado de Oaxaca, Elpidio Desiderio Concha Arellano, quien se pasea con toda impunidad y hasta participa en marchas priístas por la “paz”, vestido de blanco en son de burla, como la que se organizó en Oaxaca por priístas el 31 de octubre del 2006, en apoyo a Ulises Ruiz, de quien se pide su salida como Gobernador del Estado por los maestros y organizaciones sociales como la APPO.
Pero, ¿quién es Elpidio Desiderio Concha Arellano?; pues uno de los principales implicados en el crimen del profesor Serafín García y autor de lesiones a por lo menos 17 personas en julio del 2004, cuando éste era diputado federal, y al que hasta hoy, la ley, las instituciones y el estado de derecho, le hacen lo mismo que el viento a Juárez, gracias a la complicidad y a la protección del gobierno priísta que medra con el dolor del pueblo.
Elpidio Desiderio Concha Arellano fue quien encabezó a los agresores priístas que dieron muerte al profesor Serafín García Contreras, en un choque con el “Frente Único Huautleco”, cuando éstos mantenían un bloqueo en el Puente de Fierro, para impedir que los priístas asistieran al mitin del entonces candidato al gobierno del estado, Ulises Ruiz, en la comunidad de Huautla, y que luego de estos lamentables hechos, fue protegido de las autoridades encabezadas por José Murat Casab, Gobernador de Oaxaca, tan sólo porque aquél fue Coordinador de Delegaciones y de Giras en su gobierno.
Después de la riña, Jacinto Pineda Casimiro, asesino material del profesor Serafín García, apareció con lesiones en el rostro, acompañando al candidato Ulises Ruiz, en el actoproselitista realizado en la comunidad de Huautla de Jiménez, lo que puso en evidencia que el homicidio del maestro Serafín García Contreras era una acción premeditada y articulada con el consentimiento del Gobernador José Murat Casab y el entonces candidato del PRI, Uli-ses Ruiz, tan solo porque el maestro Serafín era un líder incómodo al sistema en el Estado de Oaxaca.
El 31 de octubre del 2006, “Elsenderodelpeje.com” publica en su página de Internet, varias fotografías de ese lamentable hecho en el que aparece Jacinto Pineda Casimiro, líder del Movimiento Territorial del PRI en la región mazateca, así como Feliciano Quiroga Martínez y su hermano Aarón, agrediendo a palazos al extinto profesor de 64 años; quienes junto con otros priístas participaron en su asesinato, y éstas fueron las pruebas que sirvie-ron para identificar a esta ‘’familia de golpeadores”, que trabaja para el PRI actualmente, según denuncia de líderes del FUH.
De nueva cuenta, ambos personajes Jacinto Pineda y Desiderio Concha Arellano, aparecen y se unen para participar activamente en la campaña a la Presidencia de Roberto Madrazo, en el Estado de Oaxaca.
A pesar de estas fotos reveladoras, la Procuradora del Estado en ese entonces, Patricia Villanueva, consideró que no existían elementos para procesar a estos asesinos, dando con ello por concluida la investigación y, desde luego, la exoneración de estos homicidas, Jacinto Pineda y Desiderio Concha Arellano, por decir algunos, y como Dios los cría y el diablo los junta.
En uno de los mítines de Roberto Madrazo, celebrado en Oaxaca, se pudo observar departiendo alegremente a la ex Procuradora de Justicia del Estado de Oaxaca, Patricia Villanueva, junto con Jacinto Pineda y Desiderio Concha Arellano.
Esa es la “sociedad civil priísta”, que se viste de blanco en las marchas de apoyo al Gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, porque según ellos, quieren “la paz”; pero, ¿y el estado de derecho que tanto promueven los priístas en sus discursos?, ¿cuáles son esas instituciones en Oaxaca de las que hay que ser respetuosos?, ¿y la aplicación de la ley en este caso?
Lo cierto es que ningún priísta hasta hoy, por loco que estuviera, se atrevería a pedir que se aplique la ley a estos asesinos del profesor Serafín García, pues con ello quebraría la regla y establecería la excepción de la costumbre de los priístas: violar y retorcer las leyes a su antojo.